Shopify se ha hecho famosa como plataforma fácil y rápida para montar una tienda online. Ofrece plantillas atractivas, alojamiento incluido y la promesa de empezar a vender en minutos. Sin embargo, tras esa imagen perfecta hay trampas ocultas que pueden hipotecar el futuro de tu negocio.
A continuación, analizamos con datos reales por qué Shopify no es la panacea (especialmente si buscas un proyecto a largo plazo) y por qué alternativas como WooCommerce pueden ser más convenientes en España.
1. No eres dueño de tu tienda (estás atrapado)
Con Shopify, nunca eres realmente dueño de tu plataforma. Tu tienda, catálogo de productos y datos de clientes residen en los servidores de Shopify, bajo sus términos. Si algún día la empresa decide suspender tu cuenta, ya sea por un error, un cambio de políticas o cualquier razón, te quedas sin tienda de la noche a la mañana. No tienes acceso completo a copias de seguridad ni control sobre el software para reinstaurarlo por tu cuenta. En otras palabras, dependes 100% de Shopify para existir.
En cambio, con WooCommerce (sobre WordPress) tu tienda es auto-alojada: los datos están en tu propio hosting y tú tienes el control total. Ante cualquier problema, puedes cambiar de proveedor de hosting o acceder a la base de datos y ficheros para solucionar incidencias. Esta autonomía hace que WooCommerce sea más “future-proof”: tu negocio no desaparece por decisiones de terceros.
2. Pagos constantes y comisiones por venta
Shopify no es barato. Aunque publicitan un plan básico asequible (unos 39 $ al mes en su plan “Basic”), esa es solo la punta del iceberg en costos:
- Cuota mensual fija: 39 $ (Basic) en adelante, según plan. Los planes superiores escalan hasta 105 $ (Shopify) o 399 $ (Advanced) e incluso más de 2.000 $ mensuales en el plan Shopify Plus empresarial. Estos saltos de coste son enormes para quien necesite funcionalidades avanzadas o alto volumen.
- Comisiones por transacción: Si no utilizas su pasarela propia (Shopify Payments), Shopify te cobra hasta un 2% extra de comisión por cada venta (según el plan, 2% en Basic, 1% en Shopify). Es decir, además de las comisiones normales de PayPal, Stripe u otro banco, pagarás ese peaje a Shopify. Usando Shopify Payments la comisión externa desaparece, pero igualmente estarás pagando alrededor de un 2.9% + 0,30 $ por transacción en el plan básico (tarifa típica de tarjeta). En España, las comisiones de tarjeta con Shopify Payments rondan el 1.4%–2% + 0,25 € (dependiendo de tarjeta nacional o internacional), que en cualquier caso se suman a tus gastos.
- WooCommerce: no existe ninguna comisión adicional de plataforma: solo pagas las tarifas normales del método de pago que elijas, sin porcentajes extra para WooCommerce.
En resumen: Shopify te cobra por vender, además de cobrarte mensualmente por existir. WooCommerce no.
3. Flexibilidad muy limitada
Shopify es una plataforma cerrada. Aunque puedes editar ciertos aspectos visuales mediante su editor o con conocimientos básicos de código (Liquid), estás muy limitado a lo que la plataforma permite. Si quieres hacer cambios en el checkout, modificar funcionalidades, automatizar procesos, añadir lógica personalizada o conectar con sistemas internos, estarás atado a sus restricciones.
Muchas veces, para resolver algo sencillo, necesitas instalar una app (de pago mensual), o contratar a un desarrollador experto en Shopify. En cambio, con WooCommerce tienes acceso a todo el código fuente, puedes modificar cualquier parte del sistema y adaptarlo a tu negocio. No dependes de lo que Shopify decida permitirte hacer.
4. Limitaciones serias en SEO
Shopify impone una estructura fija en las URLs: por ejemplo, todos los productos van bajo /products/
y las colecciones bajo /collections/
. No puedes eliminarlos. Esto limita tu control sobre cómo quieres organizar tu arquitectura web para SEO.
Además, Shopify tiende a generar contenido duplicado interno, sobre todo cuando un producto está en varias colecciones. Esto complica el trabajo SEO y puede diluir la autoridad de las páginas. Algunas apps tratan de resolverlo, pero ninguna lo hace de forma definitiva.
En WooCommerce, en cambio, puedes controlar las URLs como quieras (con o sin categorías, nombres limpios, sin sufijos técnicos). Puedes añadir plugins como RankMath o Yoast SEO para gestionar títulos, descripciones, mapas XML, indexaciones y más. Es mucho más flexible y potente para posicionar en Google.
5. Dependencia de apps para todo (y casi todo es de pago mensual)
Shopify no incluye funcionalidades que hoy se consideran básicas: ventas cruzadas, recuperación de carritos, packs de productos, multilenguaje, venta de suscripciones, facturación legal para España… todo esto requiere apps adicionales.
Y la mayoría de esas apps no son gratuitas. Pagas entre 5 y 30 €/mes por cada una. Algunas tienen modelos freemium limitados, pero si tu tienda crece un poco o necesitas cosas personalizadas, debes pasar a versiones Pro o Business. Esto hace que el coste mensual de una tienda Shopify funcional suba muy rápidamente.
En WooCommerce, la mayoría de estas funciones las puedes conseguir gratis o mediante plugins de pago único (sin cuotas). Además, si sabes algo de código o tienes un equipo, puedes desarrollar o adaptar funcionalidades sin depender de apps de terceros con modelos SaaS.
6. Shopify se vuelve carísimo al escalar
El verdadero problema llega cuando tu tienda empieza a crecer. Más ventas = más comisiones. Más funcionalidades = más apps. Más tráfico = más costes de apps que cobran por uso o visitas.
Y si necesitas funciones avanzadas (B2B, precios por volumen, checkout modificado, integraciones con ERP…), o bien no puedes hacerlo, o te obligan a pasar al plan Shopify Plus (>2.000 $/mes). A eso súmale desarrolladores certificados, que no son baratos.
Con WooCommerce puedes crecer sin depender de una tarifa fija que se dispare. Puedes optimizar tu infraestructura, controlar tu servidor, escalar según lo necesites y seguir pagando lo mismo por plugin que tengas contratado, independientemente del volumen de negocio.
7. La narrativa “fácil” está inflada
Shopify se vende como una plataforma para “emprendedores sin experiencia técnica”, lo cual es cierto solo hasta cierto punto. Puedes abrir tu tienda en una tarde… pero eso no significa que vayas a vender.
Muchas tiendas creadas con Shopify cierran en pocos meses porque sus dueños no sabían lo que hacían. Han pagado plantilla, dominio, apps, publicidad… pero no han trabajado la estrategia de producto, el SEO, el funnel, la experiencia de usuario, ni la diferenciación.
Shopify no resuelve estos problemas. Solo los maquilla con una interfaz bonita.
8. El coste real de un Shopify funcional (haz cuentas y llora)
Veamos un ejemplo realista para una tienda pequeña-moderada:
- Plan Shopify Basic: 35 €/mes
- Tema premium: 5 €/mes (prorrateado)
- Apps esenciales (reseñas, packs, multilenguaje, carritos abandonados, facturación): 60–80 €/mes
- Dominio: 15 €/año
Total mensual estimado: 100–130 €
Con 10.000 € de ventas al mes, pagarás además entre 180 € y 200 € en comisiones, según el método de pago. Es decir, unos 3500 € anuales como mínimo, sin contar publicidad, equipo o imprevistos.
En WooCommerce:
- Hosting profesional: 30 €/mes
- Plugins premium: 200–300 €/año
- Dominio: 15 €/año
Total anual estimado: 600–700 € y sin pagar comisiones adicionales por plataforma.
Conclusión: Shopify solo si no tienes pensado crecer
Shopify puede ser útil si:
- Vas a vender productos durante una campaña puntual (ej. navidad, verano)
- No tienes tiempo ni intención de aprender
- Tu modelo de negocio no depende de margen ni escalabilidad
Pero si estás construyendo un ecommerce como negocio estable, con marca, con estrategia a largo plazo y con ambición, Shopify te va a salir caro y te va a limitar.
WooCommerce requiere más implicación técnica al principio, pero te da control total, costes más bajos y una estructura sin cadenas. A largo plazo, eso marca la diferencia entre un experimento y una empresa.